Tres delincuentes rompieron hoy a golpes la puerta de una casa de Tigre y sorprendieron a un matrimonio y a sus trillizos de ocho meses con fines de robo,
Fuentes policiales y el propio dueño de casa, identificado como Diego Sheffer, de 31 años, informaron que el episodio ocurrió esta madrugada, pasada la 1, en una casa situada en Viamonte 466, en pleno centro de Tigre.
Según contó la víctima a la prensa, todo comenzó cuando él, su esposa Claudia y sus trillizos dormían y de repente oyeron fuertes golpes en la puerta de entrada.
"Sentimos ruidos fuertes, patadas, palazos o hachazos, no sé.
Voy al garage y cuando estoy volviendo mi señora me dice: 'Diego hay tipos acá adentro' y se encierra con los bebés", recordó.
Y agregó: "Cuando vengo caminando un tipo queda parado en el medio, me tiro encima, se cae al piso, yo estaba medio dormido, sé que había dos personas más, pero estaba todo oscuro y se fueron a los tiros, tiraron dos o tres tiros adentro de la casa".
Tras el episodio, el dueño de casa llamó al 911 y poco después una patrulla de la seccional primera de Tigre llegó a la vivienda y tomó declaración a las víctimas.
Según fuentes policiales, Sheffer, quien es comerciante, llegó a tomar un arma de su propiedad con la que efectuó un disparo intimidatorio que hizo que los delincuentes desistieran del robo y escaparan.
"Estamos todos bien, todos vivos, fue un mal momento, tenemos miedo, no estamos acostumbrados a esto, uno nunca piensa que nos puede pasar a nosotros", expresó el comerciante.
Sheffer resaltó lo dramático que fue el momento de despertar con golpes y la casa a oscuras y darse cuenta que había extraños.
"Mi mujer gritaba, yo también, lo que más asustó a esta gente fueron nuestros gritos impresionantes, una locura. Es que uno está durmiendo y le pasa esto, uno no sabe qué le va a pasar", agregó la víctima. Sheffer destacó que la puerta que los delincuentes rompieron para ingresar "es de madera maciza" y que su casa se halla en una zona buena de Tigre, que es muy iluminada.
Además, contó, en el frente tiene rejas de dos metros de altura y un sistema de cámaras de circuito cerrado, que funcionaban al momento de la irrupción de los delincuentes.
Ese material será secuestrado por la policía con el fin de intentar identificar a los asaltantes, por el momento prófugos, en tanto se inició una causa en la UFI de turno de Tigre.
